LOS DIÁCONOS PERMANENTES



¿QUIÉNES SON LOS DIÁCONOS PERMANENTES ?
*Mons. Cristóbal López Romero, Arzobispo de Rabat (Marruecos)



Diáconos son aquellos cristianos que se sienten llamados a "servir" en la Iglesia y hacen del servicio su vocación; la palabra "diácono" significa, precisamente, "servidor". Para ello reciben el sacramento del orden sacerdotal en su primer grado (el segundo sería el del presbiterado, y el tercero o plenitud del orden es el episcopado). El diaconado puede vivirse como una etapa en el camino al presbiterado (sacerdocio) o también en forma permanente.

Mons. Cristóbal López Romero. Foto 
Los diáconos permanentes pueden ser casados o solteros. Los diáconos casados existían ya en las primeras comunidades cristianas, pero esa institución desapareció durante siglos. Fue el Concilio Vaticano II el que restauró, hace unos 50 años, el diaconado permanente y lo abrió a los hombres casados. En Paraguay hay diáconos permanentes casados desde hace más de 30 años; son bastantes los que han sentido esta vocación y han respondido a la misma.  Casados o solteros, los diáconos son diáconos. Se visten de la misma manera para las celebraciones litúrgicas, con alba y estola cruzada. Tienen derecho a llevar Clergyman (vestido clerical), porque pertenecen al clero.

Los cristianos solteros que se sienten llamados a ser diáconos permanentes y son ordenados siendo solteros, deben permanecer como tales, es decir, asumen el compromiso del celibato. Para ser diácono permanente casado, se requiere tener al menos 35 años, 5 años de matrimonio, el consentimiento de la esposa y formarse en teología los años que hagan falta. Como suelen ser personas profesionalmente ocupadas, deben estudiar los sábados y domingos o algunos días entre semana. Por lo tanto estudian la teología más lentamente, y durante su formación van ya practicando en las parroquias. Suelen ser personas muy implicadas en la vida eclesial y parroquial; muchos han sido o son catequistas, miembros del consejo pastoral, miembros de movimientos cristianos; desde esa experiencia se sienten llamados por Dios a esta vocación y son confirmados en ella por la iglesia. Es una vocación muy hermosa.

 Aquí en Marruecos tenemos un diácono permanente que tiene 77 años. Lleva aquí en Marruecos casi 10 años; antes vivió y ejerció el diaconado en Francia, que es su país natal. Era militar y cuando se jubiló, a los cincuenta y un años, se hizo diácono permanente. Hay que añadir que al Papa Francisco se le planteó el pedido de que hubiese diaconisas en la iglesia (parece ser que en las primeras comunidades cristianas las hubo).

 El Papa Francisco nombró una Comisión para estudiar a fondo este asunto y ver la posibilidad de instituir o de ordenar diaconisas, casadas o solteras. No hay nada al respecto todavía, pero la Comisión ya fue creada hace un par de años. En cuanto a las posibilidades de un diácono en cuestión de presidir celebraciones y sacramentos, hay que decir que pueden presidir bautismos, matrimonios y entierros, así como todo tipo de celebración litúrgica no sacramental. No presiden la Eucaristía, aunque proclaman el Evangelio en ella y pueden predicar. Tampoco presiden el sacramento de la Reconciliación (no confiesan... pero se confiesan!), ni la unción de los enfermos. Tampoco el Orden Sacerdotal y la Confirmación, que están reservados normalmente al Obispo. Pueden asumir la responsabilidad de una parroquia si hay escasez de sacerdotes, animar toda la obra social de la Iglesia, dedicarse a tareas administrativas y económicas, dirigir la catequesis o la pastoral juvenil o familiar en una diócesis o parroquia. Muchas cosas puede hacer un diácono, dependiendo de su preparación profesional. Yo he conocido a uno que era ecónomo diocesano de la Arquidiócesis de Barcelona, otro que era responsable de Liturgia de toda la Diócesis de Barcelona, otros que están en las parroquias ayudando a los párrocos en todas estas cosas que pueden hacer. 

¿Dónde estudian los diáconos permanentes? En cualquier Instituto o Facultad de Teología, o en Cursos de Teología a distancia, o en centros que las diócesis pueden crear si hay un buen grupo que lo justifica. Para más información en Paraguay, se puede recurrir a los responsables del Diaconado Permanente en la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP).


* Mons. Cristóbal López Romero, vivió en Paraguay 18 años.


CLR/rva


Para ilustrar puede ver éste vídeo:




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